Tan iguales y tan diferentes, como
los dedos de una misma mano; una mano monstruosa porque hay millones de
interpretaciones, de tiempos, de status diferentes de un amor que, a fin de cuentas,
sigue siendo el mismo, así son las perspectivas del amor romántico.
Esta, es una mano de poemas para
cinco diferentes estados del amor, para cinco instantes que la mayoría de
nosotros ha transcurrido aunque como he dicho antes, cada uno tenga su propia
interpretación.
Porque
al final, cada uno de nosotros es un prisma que ha sido pulido por aquellas
relaciones con las que hemos tenido contacto –ásperas o suaves- a lo largo de
nuestra vida; entonces el amor que es pura luz, la más blanca que veremos
nunca, nos traspasa y sin importar que tan opacos seamos se encarga de
encontrar las transparencias, de obtener lo mejor de nosotros para proyectar
figuras, colores únicos y por supuesto sombras sobre la gente a la que amamos.